PRINCIPIOS DEL USO DE LA FUERZA
La Organización de las Naciones
Unidas emitió en su Octavo Congreso sobre la Prevención del Delito y
Tratamiento del Delincuente, celebrado en La Habana (Cuba) en 1990, los
Principios Básicos sobre el Empleo de la Fuerza y de Armas de Fuego por los
Funcionarios Encargados de Hacer Cumplir la Ley (PBEFAF), los cuales deben ser
respeta- dos en toda circunstancia, no siendo admisible invocar situaciones
excepcionales o de emergencia pública para justificar su incumplimiento. (PB 8;
CC 5). Es de suma importancia y obligatoriedad que todas las intervenciones
policiales se basen en los principios de legalidad, necesidad y
proporcionalidad. Estos principios deben ser puestos en práctica con un alto
grado de racionalidad y sustentados en una conducta ética del/de la Policía.
(PB 4; 5a, b; CC 3)
a. Legalidad
La legalidad desde el punto de
vista policial tiene dos acepciones:
1. La primera, considera los
medios y métodos que el/la Policía utiliza en el cumplimento de su deber, los
que deben ser legales; esto es, todos los actos que realiza el efectivo
policial en el cumplimiento de su función deben estar de acuerdo con las normas
nacionales (ley, reglamentos, directivas, entre otras) e internacionales.
(CC1). Los medios y métodos utilizados por el/la Policía están enmarcados en la
ley.
2. La segunda acepción considera
que el objetivo legal buscado (motivación o fundamento de la intervención
policial), debe estar basado en el marco legal (normas vigentes). La ley
protege el resultado pretendido por el/la Policía (su objetivo legal). (PB 5.a)
El uso de la fuerza debe estar
dirigido a lograr un objetivo legal. Los medios y métodos usados deben estar de
acuerdo a las normas legales.
b. Necesidad
Se debe considerar que el uso de
la fuerza fue necesario cuando, luego de intentadas otras alternativas de
solución del problema, representó el último recurso del/de la Policía para el
cumplimiento de su deber.(PB 4) * El deber policial se debe entender como
la obligación profesional de la seguridad a la comunidad, mantener y restablecer
el orden, proteger a todas las personas contra actos ilegales y garantizar su
vida e integridad en el marco de la ley.
El uso de la fuerza es necesario
solamente cuando otros medios resulten ineficaces o no garanticen de ninguna
otra manera el logro del objetivo legal buscado.
c. Proporcionalidad
De acuerdo con las normas
internacionales de derechos humanos aplicables a la función policial, el
término define el principio destinado a limitar el nivel de fuerza empleado por
la Policía en sus intervenciones. Para verificar si la acción policial fue
proporcional, es necesario evaluar si hubo un equilibrio entre los siguientes
aspectos: De un lado, la gravedad de la amenaza o agresión y el objetivo legal
buscado por el/la Policía y, del otro, el nivel de fuerza a emplear para
controlar la situación.
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